Ser una persona paciente no significa que todo te va a dar igual, sino que no dejas que las cosas o situaciones te quiten tu paz interior. ¿Cómo saber si tienes mucha paz? Si tus formas de reacción son pequeñas. Si no te alteras a menudo por boberías, entonces llevas una vida armoniosa; de lo contrario, llevas una vida con niveles bajos de paz interior. Por ende, no eres paciente.
Les confieso que estoy pasando por cambios hormonales y he tenido que meditar mucho para convertirme en una persona paciente conmigo misma y con los demás.
Me tocó aceptar primero mis cambios para después entender a los demás sin juicios.
Aquí algunos tips de cómo mantener la calma en todo momento:
1. Dale la importancia que merece a cada situación. Cuando te veas al punto de perder la paciencia, hazte esta pregunta: ¿Esto que está pasando es tan grave como para que merezca tanta atención de mi parte?
2. Evita tener expectativas sobre los demás. Recuerda que no todos son como tú, no trabajan como tú, ni tienen tus mismos valores. A veces nos dejamos llevar por el ego y queremos que todas las personas sean y actúen como nosotros. Ahora bien, ¿quién eres tú para querer que todos sean como tú? Eso no es paz, es ego.
3. Solo tú eres dueña de cómo te sientes. Cuando nos sentimos mal por algo, solemos culpar al mundo exterior por lo que supuestamente nos han hecho. Sin embargo, en realidad no existen culpables cuando sabemos controlar nuestras emociones y ser pacientes. La idea que quiero que entiendas es: eres tú, y solo tú, la persona que decide sentir esto o lo otro al enfrentar una situación.
Cuando no practicamos la paciencia, generamos estados negativos, especialmente en la manera en que nos relacionamos con las personas que nos rodean. Que la paz interior sea el centro de todo tu ser.
Con mucho cariño
Omayra
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